lunes, 31 de diciembre de 2012

Adiós 2012...

Pues ya se acaba el año. Y con la oposición de los mayas, emperraos ellos en que el año (y todo lo demás) se acabara el 22 de diciembre. Pero claro, fallaron. ¿Quién puede fiarse de la predicción de un pueblo que no vio su propio fin? Pues vaya futurólogos de mierda... En fin, que me disperso.
A lo que iba. Que se acaba 2012. Haciendo balance y echando la vista atrás, en general (en general quiere decir que así, a lo bruto y para todo el mundo) ha sido un año de mieeeeeeeerda. Sobretodo para este país nuestro, claro. Más paro, Rajoy, más prima de riesgo, Rajoy, más pobreza, Rajoy, más impuestos, Rajoy... Vamos, más Rajoy y más PP. Se han preocupado de cargarse todo lo que les ha dado tiempo en un año: sanidad, educación, prestaciones sociales... Y lo que no se han cargado aún se lo cargarán el año que viene, no lo dudéis.
En Aragón vamos un poco mejor, pero porque la Rudi todavía no le había pillao el ritmo a lo de desbrozar a saco el jardín del bienestar. Dadle un año más y ya veréis.
En Zaragoza somos como la aldea gala. Gobernados por la izquierda y rodeados por el PP. Y así nos va. Si cuando gobernaba el PSOE no nos hacían ni caso, gobernando el PP la llevamos clara. Eso sí, Belloch en sus trece con el tranvía de las pelotas mientras para lo demás no hay ni una perra gorda. Y ojo, que yo soy de izquierdas. Pero coño, lo de Belloch ya clama un poco al cielo. Además yo no le voté...
Y en lo personal, buen año. Mi mujer y yo le vamos a dar un hermanito a Carla. Será un chico y se va a llamar Guillén (nombre aragonés que al castellano se adaptó como Guillermo) y Carla está muy muy contenta. De lo mío pues vamos, que no es poco. Y la familia toda bien, que en estos tiempos de crisis es una suerte decirlo y que estemos todos más o menos viviendo bien. Eso sí, en este año hay que echar de menos a Nubio, el perro de mis padres. El pobrecillo murió de repente. No pongo ninguna foto porque esto luego lo lee mi hermana y se echará a llorar y bastante tiene.
Así que sólo queda decir (en realidad podría decir muchas más cosas pero se me está acabando el año) que

¡ALA A CASCALA 2012!
¡FELIZ 2013!


¡Y AGÁRRAMELA QUE ME CRECE!

¡¡Dios qué bien lo voy a pasar este año con la rima!!