lunes, 27 de febrero de 2012

Cagada en el panfleto deportivo Marca

Que la prensa deportiva ha sufrido en estos años un bajón en su nivel de calidad es incuestionable. Diarios que antes eran "serios" son ahora meras comparsas de los grandes clubes, panfletos donde darles cancha y alabar sus "genialidades" y lugares donde crear opinión a favor de esos mismos clubes ensalzando a quienes ellos quieren y denigrando a los demás.
Pero pasar de un periodismo serio a uno no tanto es una cosa y otra es cagarla como la han cagado en Marca en su edición de hoy:
Imagen del diario Marca del 27 de Febrero de 2012 extraída de internet

Esto no tiene justificación alguna y alguno se tiene que llevar una bronca de antología, más grande que la que les pegaría Jiménez a los jugadores del Zaragoza tras el 5 a 1 del sábado en La Rosaleda. Porque querer hablar de Agapito Carmelo Iglesias, buscar una foto en internet para ponerla y en lugar de una foto de Agapito colocar una imagen de Rafa Blanca, el actor que lo interpretaba (de una manera maravillosa, a mi me encanta) en "En el Fondo Norte", programa de Aragón Televisión, es una cagada muy muy grande. Y ojo, que lo que dicen es cierto pero...
Señores de Marca (y de los demás panfletos deportivos): si quieren hacer un periodismo de mierda, háganlo. Pero demonios, al menos pongan las fotos correctas ¿no?

Gracias a los amigos de Café con Goles (Radio Ebro, 105.2 de 9:30 a 10:30 de Lunes a Viernes) por dar esta noticia

viernes, 24 de febrero de 2012

Cierra Eroski en Plaza

Nos levantamos hoy con la noticia de que el centro de Eroski en Plaza cerrará el próximo 31 de mayo. ¿La razón? Lógicamente, la caída del consumo. Y es que si la gente no tiene dinero, pues no puede ir a gastarlo. Los particulares no somos como las administraciones, no nos fían ni bancos ni fondos ni nada de nada. Si no hay, no hay.
Con estas noticias todavía se pregunta uno más qué pasó por la cabeza de los que han hecho la reforma laboral. ¿Qué tienen en la cabecica para pensar que aumentar las horas de trabajo y disminuir los sueldos puede servir para salir de una crisis? Aquí lo que pasa es que no hay consumo interno: la gente se ha quedado en el paro, ha acabado el subsidio, han tenido que volver a casa de sus padres tras perder su casa... y lo que están bien tienen miedo a que les pase eso mismo, así que en lugar de gastar, tratan de ahorrar. Y esa falta de consumo se nota en comercios, talleres, restaurantes, cines... en todos los sectores.
Si la reforma nos va a dejar con menos dinero y menos tiempo para gastarlo ¿cómo demonios esperan que aumente el consumo para salir de la crisis?¿O es que con menos consumo alguien se cree que los empresarios contraten gente por muy barato que salga despedirlos? Porque si aumentara el consumo, aumentaría la demanda de trabajadores para hacer frente a ese incremento pero si el consumo baja todavía más aparte de que no hará falta contratar gente, los que ahora tienen trabajo sobrarán.
Y lo he dicho ya muchas veces en este blog: esto es la pescadilla que se muerde la cola. Menos consumo, más paro, más paro, menos consumo... y así hasta que no queden trabajando ni los curas.
En fin, que veo el futuro muy muy muy negro. Voy a ver si dejo de escuchar noticias de economía y así aparcamos el pesimismo un rato.

Fuente de la noticia: El Periódico de Aragón

domingo, 19 de febrero de 2012

Érase una vez un empresario...

Érase una vez en España un empresario que, cuando el gobierno de Rajoy anunció su reforma laboral, sonrió y se alegró como no pudieron hacerlo en público sus jefazos de la CEOE y CEPYME.

Imagen de Público TV - Fuente original LaSexta 

"Esta reforma me encanta" se dijo a sí mismo. "Cuando se gaste el convenio les podré bajar el sueldo al salario mínimo, o despediré a alguno para ahorrarme el sueldo y si hace falta ya contrataré a algún otro por cuatro duros mal pagaos y lo echaré cuando me venga en gana", se repetía ufano el empresario.
Y efectivamente, el feliz empresario, que por otra parte nunca había dado nada a sus empleados que no se hubieran ganado (sueldo según convenio y ni un duro más y ojito no te pongas tonto que te vas a la calle a ver si te crees que no tengo dinero para despedirte) consiguió echar a cuatro de sus doce trabajadores. Total, le quedaban otros ocho para hacer todo el trabajo. Y si no llegaban, les aumentaba las horas de trabajo pagándoles lo mismo. O menos, que para eso se lo permitía la reforma laboral del grandioso Rajoy.
Y lo mismo que hizo él, lo hicieron otros muchos empresarios. Y durante unos meses, ganaron más dinero pues se ahorraban mucho en salarios.
Pero poco tiempo después, la cosa empezó a flojear: fueron tantos los empresarios que aprovecharon para despedir gente y así incrementar sus beneficios que las listas del paro crecieron hasta más de 6 millones de personas, de los cuales una gran parte no tenia ya ningún ingreso pues ya se habían comido el paro y los subsidios. Y esa gente, claro, no consumía. Así que los empresarios comenzaron a vender menos, pues no había quien comprara sus productos. Sí, algunos resistían con las exportaciones pero ¿qué hacían por ejemplo  los propietarios de talleres?¿Acaso algún alemán iba a venir hasta España a arreglar su coche? Y como vendían menos, hicieron menos pedidos así que distribuidores y fabricantes empezaron a tener menos ingresos. Como resultado, todos volvieron a bajar sueldos y a despedir gente, eso sí, como último recurso. Como consecuencia, poco tiempo después la cifra de parados aumentó hasta los siete millones y muchos empresarios pasaron de vender menos a no vender, y tuvieron que cerrar. Y más gente fue al paro.
Entre tanto, el gobierno había subido el IRPF y el IVA para intentar obtener de ese modo los ingresos que dejó de tener debido al bajón en el consumo interno. Esto, por supuesto, en lugar de ayudar a remontar el consumo, lo frenó más pues la gente todavía tenía menos dinero para gastar además de más inseguridad laboral. Y el gobierno se encontró con más de ocho millones de parados y con unos ingresos irrisorios.
Y entonces llegó lo inevitable: la prima de riesgo de España subió hasta más de 1000 puntos, los mercados dejaron de comprar deuda española a corto plazo porque sabían que no iban a recuperar el dinero y España se vio abocada a la más absoluta bancarrota porque no podía devolver el dinero prestado.
Entonces, los organismos internacionales acordaron un rescate para lo cual el gobierno español tuvo que reducir todavía más los sueldos de los funcionarios y las pensiones, y terminar con la mejor política sanitaria del mundo para pasar a un modelo privatizado, al igual que con la educación. Y tuvo que hacer otra reforma laboral que quitaba todavía más derechos y bajaba todavía más los sueldos, y las calles de España se tornaron oscuras e inseguras, pues la policía no patrullaba porque no había fondos y la gente, que apenas unos años antes vivía con tranquilidad, ahora se las veía y se las deseaba para acabar el día habiendo comido una sola vez.
Para entonces, el empresario que se alegró con la reforma laboral de Rajoy hacía cola para comer en un comedor de beneficencia pues, aunque tardó más, también se quedó sin dinero como tantos millones de trabajadores que acabaron en la calle gracias a que cuando el gobierno publicó su reforma, aplaudieron con las orejas viendo que podían ganar aún más dinero costara lo que costara.

Esperemos que no sea este el cuento que lean los padres a sus hijos dentro de doscientos años y que nunca se haga realidad, pero caminico llevamos.
Por supuesto no quiero decir que todas las empresas ni todos los empresarios vayan a hacer esto pero si el mismo gobierno dice que la reforma no creará empleo y la CEOE pide tres años para ver los primeros resultados ¿qué quieren que pensemos?

jueves, 9 de febrero de 2012

Aviso para navegantes

A veces - demasiadas últimamente - me avergüenzo de ser español
Esperemos que los jueces nunca vean algo así en las puertas de sus despachos