Hace un año más o menos se dragaba el río Ebro para que los barquitos pudieran navegar cómodamente. Este año, como no hay ni un real en las arcas municipales, no se dragará el cauce. Así que este año, el coste económico del dragado parece ser cero.
Pero no sólo es el coste económico el que hay que tener en cuenta, porque, para poder ver imágenes como estas:
Ebrobús navegando desde el embarcadero de Vadorrey hasta el Club Náutico
Ebrobús a punto de cruzar bajo el Puente de Piedra por la arcada cercana al Paseo de Echegaray y Caballero
parece indispensable que veamos también estas otras:
Segunda arcada del puente, el agua pasa a duras penas
Arcada del puente bajo el Balcón de San Lázaro, también con muy poca agua
Debido al bajo nivel del agua en las zonas no dragadas, aparecen "tesoros ocultos"
Se aprecia claramente las zonas dragadas, que permiten el avance de los barcos, con las que no se dragaron, llenas de algas y con baja profundidad pues el agua circula por donde más fácil lo tiene que es la zona dragada, más profunda.
y que nos perdamos otras que son seña de identidad de nuestra ciudad, como el reflejo del Pilar en el río, gracias a la acumulación de algas por el escaso y lento caudal en las zonas sin dragar:
Evidentemente la sequía que afecta a todo el país también tiene parte de culpa, no lo negaremos. Pero desde que navegan los barcos hay unas algas que antes o no estaban o no se veían, no lo sé, y es debido a que, como he dicho ya por arriba, al crear zonas más profundas con el dragado, el agua tiene a circular por ellas pues es más fácil. y el resto del cauce queda abandonado, con menos agua y más lenta, causando la aparición de algas, zonas secas, etc...
¿De verdad unos barquitos que nadie quiere y que sólo valen para perder más y más dinero merecen el daño que se causa al río y a la ciudad? Yo creo que no. Pero, por desgracia, yo no mando.
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