martes, 3 de febrero de 2015

Cómo montar un AT-AT de Lego y no morir en el intento


Y por fin, llegó el día. Se dieron las circunstancias, se alinearon los astros, la numerología estaba a favor, el horóscopo decía que ése era el día y, sobre todo, el pequeño estaba durmiendo y la mayor con los abuelos. Así que tenía la mesa libre para poner encima esto:


¿Y qué es todo eso? Fácil, lo que dentro de esto otro:


¡Mi regalo de Reyes! Que ya me ha costao montarlo ya, pero es que hacen falta horas, y con los críos pululando, no tengo las suficientes como para tener la mesa empantanada de piececicas pequeñas sin que ellos las pierdan.

Bueno, lo primero que llama la atención es que no ha un manual de instrucciones. Hay DOS.


Y encima hay una bolsa repetida. Miedo.


Total, que abro la primera bolsa...


... ¡pero el mayor enemigo de las piezas pequeñas, la criatura comúnmente conocida como niño pequeño o, en nuestra casa, más conocida como Guillén, todavía está por ahí y se acerca!


Por suerte se acercó poco, porque enseguida lo eché a dormir. Se había levantado pronto el chico y tenía ese sueño medio mañanero que sólo puedes dormir hasta que empiezas a ir al cole pero que echas en falta el resto de tu vida. Total que seguimos montando y la cosa no va mal. Es como la foto.


Seguimos y la cosa va bien.


Y luego va mejor todavía.





¡Y llega el momento de abri la última bolsa, bien! Por cierto, que la repetida no era tal. Es que en cada bolsa número 5 venía lo necesario para montar dos patas del AT-AT.


Y llega el peor momento: la caída al vacío. Contra el suelo. Fracturas, amputaciones de patas, corazones a 80 pulsaciones (sí, es que soy tranquilo, qué pasa), desparrame de piezas. Lo peor, que fui yo. No había niño al que culpar...




Por suerte no faltó pieza alguna y, con un poco de retraso, a las cuatro horas o así, lo terminé.









Quien se interese un poco por el mundo de Lego Star Wars sabrá que hay varios modelos de AT-AT. Este en concreto es el último, el modelo 75054. Otros venían con otras figuras distintas, pero este es el que mejores puertas laterales  tiene, y además tiene una trampilla en la panza del transporte que se abre con un mecanismo de Lego Technic gracias a la cual podemos simular que nuestros snowtroopers descienden del AT-AT mediante cables.

Una vez terminado, merece la pena el rato echado, de verdad. Pero eso sí, no es un juguete. Porque además tiene menos estabilidad que Massiel tras salir de un bar. 

¿Y qué es lo malo? Que ahora tendré que pillarme el snowspeeder rebelde, aunque sea el pequiñín de Microfighters, para montarlo todo juntico ¡y de sitio voy más que justo!

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