Estos días de calor hemos sabido que a determinadas horas, la combinación de calor y ocupación del tranvía causa que la temperatura en el interior del mismo alcance los 30 grados. Pero lo que puede ser una molestia, algunas personas lo convierten en una oportunidad de negocio.
Pues Obdulio Junín, tras viajar los pasados días en el tranvía a más de 30º centígrados y escuchar las quejas de los pasajeros, tuvo una idea de negocio: la primera barbacoa en el tranvía.
"Sí, el otro día iba en el tranvía y nos asábamos todos de calor -nos dice Obdulio- y uno de los pasajeros dijo que con tanto calor hasta se podría freir un huevo. Y yo me dije que lo mismo que un huevo, un chorizo o una longanicica de Graus. Así que ni corto ni perezoso enganché la parrilla de mi cuñao, le vacié el congelador de la carne y me fui al tranvía. ¡Y oiga, en 20 minutos la carne hecha y vendidica! 300 eurazos que me saqué en un rato. Y además es ecológica porque aprovecho el calor del vagón para asar la carne, que no gasto nada de combustible ni carbón, oiga. ¡Y no contamino!"
Pero Obdulio, parado de larga duración (nos dice que no ha trabajado nunca para no tener que soportar la pena de un despido y dejar de ver a sus compañeros de trabajo) sigue discurriendo para mejorar su negocio. "Sí, los días que no hace calor pueden ser un problemilla. Pero estoy investigando en una barbacoa que funciona con metano... con mi propio metano"
Como vemos, la inventiva de Obdulio no tiene límites y su ansia de proteger el medioambiente tampoco. Aprovechando así sus emisiones evita contaminar la atmósfera y cocina sin gasto energético.
Sobre si a la empresa del tranvía le importa que Obdulio use los trenes para hacer negocio, Obdulio nos comentó que gracia, lo que es gracia, no les hace ninguna. Pero que cuando los ve, agarra la barbacoa (que tiene ruedas) y se baja y se sube al siguiente tranvía. Para acabar la entrevista le preguntamos sobre la licencia de actividad económica para un negocio tan, digamos, peculiar.
"Bueno, algún problema tengo. De hecho no tengo licencia. Pero ojo, que pedirla la he pedido. Pero claro, en los papeles pone Domicilio de la empresa y yo pongo Tranvía y cuando revisan los papeles me dicen que no vale, que tiene que ser una dirección que no se mueva. Así que ahí estamos, discutiendo y sin licencia."
Dejamos a Obdulio cocinando mientras con su ojo bizco vigila las puertas "por si suben los revisores, que si vienen con hambre hacen la vista gorda pero los del turno de tarde que vienen comidos de casa... son duros de evitar".
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