Son las 9 y 20 minutos del sábado 27 de mayo. A estas horas, la temperatura en Zaragoza es de unos agradables 20 ºC y en unas horas será de unos un poco menos agradables 34 ºC. Y mañana domingo la cosa no será muy distinta, se espera que la máxima ronde los 33 ºC. Nada imposible de soportar si estás a la sombra, o en una terracita con una cerveza fresca que no helada.
Pero claro, cuando tiene que estar uno en unas gradas o en un terreno de juego que llevan recibiendo sol y acumulando calor todo el día y además justo a las 16h, cuando el calor más aprieta, la cosa cambia. El sentido común de cualquier persona diría que no, que esas no son horas de estar sentado a pleno sol recibiendo un montón de calor. A no ser, claro, que hablemos de cualquier persona que se encargue del fútbol en España.
Y es que mañana, a las 16h, con una temperatura máxima prevista de 33 ºC, se va a jugar en el estadio municipal de la Romareda el partido Real Zaragoza - Rayo Vallecano poniendo en riesgo la salud de los jugadores y el público asistente. Y a nadie con capacidad de decisión en el asunto se le ha ocurrido pensar que ese horario, con la temperatura prevista, no debiera ser el del partido. Pero es que a nadie se le ha ocurrido protestar oficialmente para que se cambie. Simplemente el Real Zaragoza ha pedido que el partido se pueda detener para que los jugadores se hidraten. La Liga o quien sea ha dicho, naturalmente, que no. Que se jodan los jugadores y si tienen sed que beban en el descanso. Y si a alguno le pasa algo por el calor pues que se aguante, claro, que aquí los horarios y la TV son lo más importante.
Y los aficionados no lo tenemos mucho mejor. Porque claro, al campo no me dejan entrar con mi neverita llena de agua helada y refrescos, no. Te dejan entrar con una botella pequeña y sin tapón, no sea que decidas tirarla al campo con ánimo de darle a alguien. Y si se gasta pues te vas al bar que por 1,5 ó 2 euros te venden una botellita pequeña para que no mueras deshidratado a pleno sol en tu asiento lleno de suciedad. Ponen de su parte para que no mueras de modo tan deshonroso.
Lo más insultante es que llevamos yendo toda la temporada a la Romareda a ver jugar a nuestro equipo a las 20:30 e incluso las 21:00, un horario que en invierno nos ha permitido disfrutar del frío en condiciones. Sentados en el asiento, intentando mantenerte caliente con un café de 1,40€ (al menos es bueno que es Nespresso) y tiritando, acabando el partido con los pies helados. Porque claro, había que poner el partido por la TV que para eso el Zaragoza es el séptimo equipo en audiencia incluida la Primera División. Y el aficionado a pasar frío en lugar de ir al campo a las cinco de la tarde, cuando el sol invernal aunque sea poco aún calienta. Y justo ahora que hay que jugar tarde, cuando el sol ya se ha escondido y el calor aprieta menos, nos dicen que vayamos al campo a las cuatro de la tarde, a sufrir insolaciones. Eso es poner en riesgo la salud de las personas, por favor, y debería estar prohibido por ley.
Pero esto, señoras y señores, es España. Así que nada, tocará protestarle al maestro armero, a sabiendas de que para nada sirve, e ir al campo con alguna botella de agua escondida, gorra y lo que se tercie. Y si el calor es demasiado intenso, subirnos a las localidades con sombra aunque sea metido entre los Ligallo. Y si a alguien le parece mal que coja sitio en la fila para protestarle al maestro armero.
sábado, 27 de mayo de 2017
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