sábado, 13 de marzo de 2010

¿Zaragoza a 30 km/h?¡¡NO!!



Muchos sabréis que quieren limitar en Zaragoza la velocidad a 30 km/h en calles de un sólo carril, en el carril derecho de las calles que tengan dos o más para cada sentido y en calles donde de momento no vayan a construir carril bici. En la práctica, en toda la ciudad, vamos.
¿Por qué estoy en contra de esta medida? Por varias cosas. Comencemos:
1.- Es una medida, ante todo, electoralista. Cada vez más personas usan la bicicleta y si les dices que vas a obligar a los coches a ir despacio, te van a votar. Además de que favoreciendo el uso de la bici, pareces más progreguay y así los progreguays te votan, aunque no vayan en bici.
2.- Más seguridad para el peatón. Falso. A mi entender, falso. Veamos, yo soy conductor, pero también peatón. Ando por la calle y ando mucho. ¿Por qué ha de preocuparme que en una calle vaya un vehículo a 50km/h¿?En qué me beneficia que vaya a 30? Si yo voy por donde tengo que ir y cruzo por donde he de cruzar, con precaución y respetando los semáforos y mirando a ver si viene un coche o no, evidentemente no tendré peligro alguno de que me atropellen. Hala que si cruzo por entre los coches, por donde me sale de los cojones, pasando del semáforo y diciendo que el coche que viene ya frenará... hombre pues tengo boletos para la rifa del atropello ¿no?
Y como conductor, cuando circulo por una calle estrecha, llevo cuidado no sea que algún suicida salga de pronto para cruzar. Es que eso es de sentido común, no hace falta limitar la velocidad y multar si se supera ¿no?
3.- Más educación vial. Como decía antes, es de sentido común andar con precaución y circular con precaución. Es evidente, aunque para algunos no lo es tanto. ¿Por qué no probamos a educar vialmente a los ciudadanos antes de ponernos a multar a los que circulen a 32 km/h?¿No es lógico? Limitando la velocidad a 30 km/h recaudarán más dinero, claro, pero no salvarán las vidas que se salvarían impartiendo una buena educación vial desde la niñez.
4.- Las bicicletas. Limitar la velocidad a 30 km/h es parte de la normativa aprobada en verano donde se regula también el uso de la bicicleta en la ciudad. Se supone que no pueden ir por aceras de menos de 4 metros de ancho con mobiliario urbano incluido, que deben ir por la calzada siempre que el tráfico no lo convierta en peligroso, que si van por la acera tiene que ir a la misma velocidad que los peatones y que tienen que respetar las normas de tráfico. ¿Alguien ha visto que multen a un ciclista? No ¿verdad?. Entonces, si se aplica la misma normativa ¿por qué al ciclista no le multan y ami si voy a más de 30 km/h sí? Por no decir que con bicibleta los 30 km/h se superan fácilmente.
5.- Los autobuses. Con la iglesia hemos topao. Repasemos: si en las calles de un sólo carril habrá que ir a 30, si en las que tengan más carriles en el de la derecha hay que ir a 30... esto viene a significar que los autobuses NO PODRÁN PASAR DE 30 KM/H en la práctica totalidad de sus recorridos. Es genial ¿verdad? Por una parte casi te prohíben coger el coche, por otra el trayecto en autobús te costará un 60% más de tiempo al reducir su velocidad en un 60%. Da la risa floja ¿verdad? Si aplican esta medida, Tuzsa tendrá que contratar nuevos conductores en una semana... ¿alguien ha visto a un autobusero que vaya a menos de 50? Pues imaginaos si les multan por ir a más de 30 km/h...
6.- Contaminación. Son muchos los que alegarán que si vamos más despacio, contaminaremos menos con el coche. Craso error. Al menos en Zaragoza. DEbido al número de semáforos y a la mala sincronización de los mismos, los zaragozanos casi estamos más tiempo parados en el semáforo que circulando. Pues si tenemos que ir más despacio y nos cuesta llegar más pero el tiempo en el semáforo es el mismo... Tenemos que estamos más rato contaminando. Si, al ir más despacio contaminas menos, pero si tienes que parar y arrancar más veces, ya te digo yo que gastarás más yendo a 30 km/h 10 minutos y arrancando 14 veces que yendo a 50 km/h durante 7 minutos y arrancando 7 veces.
7.- La mecánica de los coches sufre. Es cierto. Pocas cosas hay peores para un coche que estar todo el rato parando, arrancando y eso en Zaragoza es normal. Pues si vamos más despacio y los semáforos siguen igual, imaginad... mientras que ahora en un ciclo semafórico, a 50 km/h, pasan por ejemplo 7 coches, si recudimos la velocidad pueden pasar 4, por ejemplo. Es decir, que antes a lo mejor parabas tu coche una vez y ahora tendrás que pararlo dos veces. Y así en todos los semáforos. Esto afecta al motor y, como digo en el punto 6, a la contaminación y sobretodo al consumo de carburante.
8.- El ansia de recaudar. Seamos sinceros, los políticos nos han acabado acostumbrando a que pensemos que todo lo que hacen es para sacarnos más dinero. Pues imaginad lo que pensamos si nos dicen que en lugar de multarnos a 60 km/h nos van a multar a 35 km/h...
9.- Limitar a 30 km/h el segundo cinturón de la ciudad. ¿Sabéis cual es el segundo cinturón? Pues es el que incluye éstas calles: Camino de las Torres y Paseo María Agustín en la margen derecha y Marqués de la Cadena y Valle de Broto en la margen izquierda. Si bien hablan de limitar a 30 km/h las calles secundarias del segundo cinturón, uno nunca sabe a qué atenerse con esta gente. Espero que no sea así pero ¿os imagináis esas cuatro grandes avenidas limitadas a 30 km/h? Sólo de pensarlo me entra el tembleque...

El círculo interior es el llamado Segundo Cinturón. Limitarlo a a 30 km/h sería... vamos, casi mejor que prohibieran el coche y punto.

10.- Mejorar la circulación mediante cosas lógicas. Lo que no es normal es querer mejorar la circulación poniéndonos a circular como los caracoles mientras que tenemos la ciudad llena de plazas y rotondas, que se supone regulan el tráfico por sí mismas, que están regulados por semáforos. Cuesta más de cinco minutos dar la vuelta a la Plaza Paraíso o a la Plaza de Europa, por ejemplo. Tampoco es lógico que salgas de un semáforo en rojo, gires una esquina y vuelvas a tener un semáforo en rojo que normalmente a los cinco segundos se pone verde y te hace volver a arrancar el coche, con el gasto en combustible que supone y sobretodo la contaminación. O parar en 10 semáforos o más si recorres la Vía Hispanidad entera. Algo tan sencillo como regular mejor los semáforos nos ahorraría mucho dinero en carburante y muchas emisiones, pero es mejor limitar la velocidad para que precisamente situaciones como ésa se multipliquen por dos en lugar de actuar para evitarlas. En general, si te compras un coche que en consumo urbano dice gastar 7 litros, si vives en Zaragoza échale dos litros más a los cien porque gracias a cómo está regulado el tráfico gastamos más carburante que en otras ciudades como Madrid o Barcelona, mucho más grandes pero con menos semáforos.

Como véis, hay bastantes razones para no limitar la velocidad a 30 km/h. Sin duda hay más, y sin duda las hay para precisamente limitarla. Pero yo soy de la opinión de que para curar un arañazo en una rodilla, amputar la pierna suele ser innecesario.
Antes que limitar la movilidad en la ciudad de esta manera tan salvaje, que nuestros gobernantes se pregunten si no hay otras soluciones más eficientes a largo plazo, y que sobretodo no causen malestar ni división ciudadana.

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